Temblaba

Se sentía perdida, a ratos era rabia a ratos era pena. Pero siempre miedo. Sabía qué le vería en unas horas y no sabría qué hacer ¿le notaría lo qué sabía? ¿Le notaría qué había leído la lista?¿Notaría qué ella sabía qué aquellos años de tanto maltrato emocional acabarían en unos meses?¿Qué la haría? ¿Leería en sus ojos qué sabía el final que la tenía preparado?

Había visto su lista, con letra fría y racional, como quien hace la lista de una compra… ahora entendía porqué la perrita temblaba cada vez que le veía entrar por la puerta.

Aquella lista de maneras para conseguir la nulidad de veinte años de aventuras y desvelos, qué tan maravillosos habían sido en los inicios, y luego a veces y más tarde tan desdichados que sólo había sonrisas para ella cuando estaban con gente. Quería borrarla…¿y qué sería de sus hijos?

Y entonces, simple como una gota de agua chocando contra una hoja se dio cuenta. El miedo desapareció, tras siete años de desdicha…. No tenía porqué volver a verle.


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